Interstellar, ciencia ficción de altura

Hace más de una semana que vi por primera vez Interstellar, la última película de Christopher Nolan y debo admitir que salí sorprendido de la sala de cine por lo que acababa de ver. Gratamente sorprendido añado para evitar confusiones. De hecho, he esperado a verla por segunda vez antes de lanzarme a escribir esta entrada.

Interstellar me ha encantado, creo que es ciencia ficción de altura, de gran altura, y para mi se ha convertido en un clásico de la ciencia ficción, una de esas películas que si me preguntáis por un listado particular de películas de este género, es muy posible que nombrara.

La explicación a esto es sencilla, estoy algo cansado de que las películas de ciencia ficción sean solo efectos especiales con poca base argumental, con chistes fáciles, no muy buenas interpretaciones, muchos efectos especiales, pero al final, son películas que se acaban olvidando, con historias de consumo momentáneo. No me malinterpretéis, me gusta "comer palomitas" en el cine, pero siempre es de agradecer que alguien quiera cambiar el paso y trate de ofrecer películas con más calado.

Interstellar es una película lenta, gustosamente lenta diría yo, pero que a pesar de su extensa duración de casi 170 minutos, a mi no me resulto larga. Cuenta con una base importante de teorías científicas sobre las que apoyarse que queda reflejado en la participación  y asesoramiento del astrofísico Kip Thorne. Esto no quiere decir que todo se ciña a la más estrictas reglas de la ciencia, porque como ha remarcado Nolan ante las críticas de otros científicos, es una película, se han tomado licencias, y ellos mismos lo sabían y lo reconocen (algunas de las críticas más llamativas han sido las realizadas por el también astrofísico Neil deGrasse a través de twitter, pero a pesar de todas sus críticas, también ha reconocido que ninguna otra película se había aproximado, como esta, a las leyes de la relatividad y la curvatura del espacio concebidas por Einstein. Así que, no todo es malo, ¿no?).

La parte inicial de Interstellar nos sitúa en una Tierra futura cuasipostapocalíptica en la que poco a poco se está convirtiendo en un lugar donde el ser humano no podrá subsistir. Cada vez es más difícil producir comida para la población, puesto que una plaga va poco a poco acabando con las cosechas, y la diversidad de los cereales que se cultivan está en un punto crítico de no retorno. Debido a que la producción de comida es primordial, la reconversión en granjeros de la población es un hecho. La única solución pasa por buscar otro planeta donde la humanidad pueda perdurar, y esto se ha hecho posible gracias a la aparición de un agujero negro cerca de Saturno que alguien a colocado allí y que ha permitido lanzar "misiones de reconocimiento". En realidad Nolan no profundiza en exceso en este mundo apocalíptico pero, además de los datos que se aportan, podemos entrever otros (por ejemplo, la población mundial debe haberse reducido de forma muy significativa, gracias a un comentario en pasado de uno de los personajes).

Este es básicamente el argumento general que forma la base de Interstellar, pero el desarrollo y la inclusión de otros temas hacen la trama mucho más completa. Cooper es un ingeniero y expiloto de la Nasa, además de viudo, que vive en una granja junto a su suegro y sus dos hijos (un hijo y una hija). Su relación con su hija es muy especial, y el tener que alejarse de sus hijos, y en especial de ella, pone el punto sentimental a la película y abre otro de los temas principales de la película.Y es que, debido a las distancias y a la relatividad temporal es imposible saber si la misión regresará o, de hacerlo, cuando lo hará, si será a tiempo de salvar a la humanidad o de incluso volver a ver a sus seres queridos. Por tanto, la relatividad temporal y la lucha por evitar sus consecuencias (o minimizar "sus daños") se convierte en el enemigo a superar por el protagonista.

Pero en la película hay cabida para otros temas, pudiendo mencionar aspectos teóricos y científicos, especulativos, filosóficos...de hecho, están ahí para que seamos nosotros quienes podamos reflexionar sobre ellos.

Los actores están bastante bien en general, y algunos especialmente bien. Matthew McConaughey (Cooper) y Jessica Chastain (en el papel adulto de Murph, la hija Cooper) creo que están a un nivel alto. Si añadimos los nombres de actores reconocidos como Michael Caine, Anne Hathaway, Matt Damon, sin estar tampoco en sus mejores papeles, vemos que en ese aspecto la película va bien servida. (También me gustó Mackenzie Foy, la niña de 10 años que interpreta a Murph en su infancia, y el resto de actores no desentonan en absoluto, pero tampoco es cuestión de nombrarlo pormenorizadamente aquí).

Y llegamos a la música: a pesar de las críticas que en ocasiones recibe el gran Hans Zimmer (va a ser que el duo Nolan-Zimmer es polémico de serie) en esta ocasión nos encontramos a un Zimmer en un registro diferente, pero que nos volverá a deleitar. Y es que cuando Nolan propuso a Hans Zimmer realizar la banda sonora para interstellar, ocurrió esto: "Hans, te voy a escribir una página de texto. Y me vas a dar solamente un día. Simplemente escríbeme lo que te salga con esta única página" .  Cuentan que Nolan no le dio información sobre la película (o casi, supongo) a Zimmer y que le ofreció toda la libertad y confianza para que compusiera la película. A mi me encanta el resultado final, pero claro soy un enamorado de la música de este señor.

El aspecto visual de la película, con el uso de la música y la ausencia de sonido en algunos momentos, me encantó. El espacio, un lugar inhóspito y letal para el ser humano, queda muy bien reflejado. Bellamente reflejado añadiría. El universo se siente y percibe como ese vasto e inmenso lugar que realmente le es ajeno, por muchos motivos, al ser humano. Los efectos especiales... bueno, realmente con el presupuesto que manejaban sería delito que no fueran de buen nivel, pero como no se trata de una película de ciencia ficción de aventuras, explosiones y demás, quedan supeditados, la mayoría del tiempo, a la historia y lo comentado anteriormente.

Interstellar es un apopeya espacial contra el tiempo, y como ya os podéis imaginar, no puedo más que recomendarla porque a mi me ha gustado mucho y creo que se convertirá en un clásico de la ciencia ficción (esta recomendación viene acompañada con la sugerencia de que vayáis al cine a verla, merece la pena hacerlo). El revisionado es muy interesante ya que captas detalles que durante el primer visionado se te habían escapado y descubres otros detalles que te pasaron desapercibidos. La resolución final de la misma también me gustó bastante (y menciono esto porque en ocasiones este tipo de películas te pueden dejar algo, o bastante, frío). No es una película perfecta y tiene algún altibajo, pero creo que en esta ocasión, su fantástica imperfección la hace más atractiva. Pero como todo tiene un lado negativo, creo que no es una película de consumo fácil. De hecho, pienso que es la típica película que no gustará a algunas (o bastantes) personas, y que les resultará larga y quizás lenta. Hay que tener en cuenta también que en Interstellar se toman algo de tiempo en explicarnos la ciencia que influye en la película, y aunque no llega ni de lejos a convertirse en un documental científico, no es lo habitual.

Personalmente pienso que ójala sigamos teniendo durante mucho tiempo a autores como Christopher Nolan de los que apetece estar pendiente cada vez que se embarca en un nuevo proyecto.

F&H

Nota: aquí os dejo el trailer de la película y dos infografías que pueden contener algunos spoilers, pero que me han parecido muy interesantes.