Supongo que la mayoría de los que pasáis por aquí ya tenéis ciertos conocimientos sobre los juegos de rol. De hecho, muchos seréis doctos en estos temas, pero para aquellos que no lo son, permitirme que mencione brevemente que en los juegos de rol cada jugador interpreta a un personaje ficticio creado para esa sesión, campaña o lo que se tercie. De hecho, la variedad de personajes es tan enorme que prácticamente lo abarca todo.
Pero lo que hoy me lleva a escribir esta entrada es una conversación que he tenido esta mañana con un colega muy aficionado a estos juegos desde hace años.
Me comentaba Dani que le habían regalado el último libro de rol publicado por Edge Entertainment. Holocausto Zombie, dentro de la línea denominada como El Fin del Mundo. Unos juegos de rol en los que la "novedad" es interpretarse a uno mismo en unas ambientaciones basadas en mundos al borde de diferentes apocalipsis (en este caso concreto, esto se debe a los Zombis).
Personalmente no me interesa demasiado esta línea de juegos por diversos motivos, a los que se han añadido algunos comentarios de conocidos de la blogosfera que, después de haberlo probado, no han quedado demasiado satisfechos. Aquí que cada uno decida de forma individual si adquirirlos o no, porque aunque las opiniones de estas personas me son muy válidas, hay tantas opiniones como personas, y hasta que no los lea o sepa más sobre ellos, no podré crearme una opinión asentada.
El caso es que en medio de la conversación, hemos llegado a la conclusión de que eso de haber probado jugar alguna partida interpretándose a uno mismo (dentro de cualquier ambientación) es algo muy habitual, al menos entre nosotros así como entre muchos de nuestros conocidos. Aunque siempre de forma muy excepcional (una o dos veces por probar).
Para estas ocasiones, se elegía el juego y se utilizaba su propio sistema de reglas tratando de "convertir" los "datos reales" de cada persona, a los valores matemáticos característicos de las fichas de los juegos de rol. Esto se podía hacer creando una ficha siguiendo el proceder habitual de creación de personajes, o saltarse este proceso y, aprovechando que en muchos juegos, o al menos en bastantes de ellos, el propio reglamento se encarga de realizar ciertas equivalencias orientativas sobre la correspondencia de tener un nivel X en ciertas características o habilidades, usarlo para establecer dichos valores directamente (por ejemplo si en un juego tener nivel 2 en Fuerza equivale a levantar 50 Kg, pues si un jugador es capaz de hacerlo, tendría ese nivel en la mencionada característica. Recordar que se trata de acercarse de forma orientativa, no exacta).
Lo primero de todo, es que te puede dar una idea de como te ven los demás de alguna forma. Si estos son amigos, y te conocen desde hace bastante tiempo, seguro que su percepción y, por tanto, tu ficha será bastante diferente a si te la hacen personas que no te conocen tanto y que se guiarán mucho más por sus primeras impresiones. Eso sí, habrá algunos valores o habilidades que te asignen que te podrán llegar a chocar bastante. Tampoco se trata de un estudio psicológico, pero sí que es curioso.
Segundo, jugar con "tu personaje real" puede ser bastante diferente si te planteas realmente como actuarías en según que situaciones y circunstancias. Ya no interpretas a un héroe, y eso habría que tomarlo en cuenta (recuerdo que la sesión de aquel grupo estaba ambientada en un juego de terror e investigación, y con esta forma de jugar algunas escenas y momentos ya eran diferentes a como hubieran sido con personajes tradicionales. De hecho, incluso en algún momento, en diversas situaciones, se comento eso de: bueno hago esto, pero en la realidad no tengo muy claro como actuaría...
Tercero, y en relación con lo anterior, a pesar de que prefiero interpretar a personajes diferentes, creo que si eres aficionado a los juegos de rol y llevas infinidad de sesiones a tu espalda, es una buena experiencia. Además, puede hacerse con cualquier juego que ya tengas con tan solo elegir el método a seguir.
Aparte de estos tres apuntes, seguro que se podrían poner algunos más y seguro que a vosotros se os están ocurriendo muchos otros.
Solo me permitiré daros un par de consejos: si en el grupo hay gente muy susceptible, no creo que sea muy recomendable hacerlo. Podrían sentirse ofendidos de algún modo (sobre todo recordar que es un cambio y un juego). El nivel de seriedad o informalidad debería ser el mismo para todos los jugadores, e incluso el nivel de seriedad de la sesión de juego debería ser equivalente a ello (quizás bajar mucho el nivel de seriedad, pueda mitigar lo comentado en el primer consejo).
Bueno, os dejo esta atípica entrada en mi blog para que comentéis todo lo que queráis o que la ignoréis directamente. Recordar de donde procede: una conversación informal entre dos jugadores más o menos veteranos.
F&H
Mas deacuerdo imposible, escribí a Lomán pidiendo información sobre el sistema stress, por x o por y, sin respuesta. Hasta lo que he indagado sobre el sistema, no, gracias.
ResponderEliminarEl tema ese de interpretarte a ti mismo, coincido, en el rdv tb lo damos como no original. Yo personalmente, no en vampiro, si no de crio inventando mi juego propio en el que las fuerzas del infierno empezaban su ataque contra la tierra...por mi pueblo, en plan japo :)
Incluso interpretarte a ti mismo, como definición de juego no lo veo. ¿Se supone que siendo pilar del juego como se vende, al perder el pj, debes abandonar la partida? Supongo que te harás otro pj, luego no vendamos como pilar del juego ese rasgo. ¿Y si juegas diferentes campañas siempre eres tu? Mas parece una metaparticularidad que una definición del juego.
Como si juegas que vas a un castillo y en un eclipse acabas en Pendragon, es anecdotico, valoremos el sistema, y el trasfondo si es que acaso trae, que con eso de que eres tu mismo en tu mundo real, igual el producto no trae n trasfondo...
Como ya he comentado, no puedo opinar sobre los juegos creados por Álvaro Loman, pero el enfoque de esta línea no me es demasiado atrayente.
EliminarSi es novedad o no este enfoque, para muchos conocidos y para mi no lo es. Quizás pueda serlo desde el punto de vista de la aparición de un juego con ese enfoque particular pero no conozco absolutamente todos los juegos publicados en el mundo para asegurarlo.
De todos modos a veces leo comentarios sobre ciertos aspectos "supuestamente novedosos" en ciertos juegos que a mi no me lo parecen porque ya se utilizaban cosas parecidas por lógicas.
un saludo y gracias por comentar ;)
Aunque no es exactamente lo mismo, recuerdo una partida que jugamos a Vampiro: La Mascarada, en la que interpretábamos a humanos, que aunque con otros nombres e historias, eran más o menos idénticos al jugador que los interpretaba (talentos, aficiones, personalidad...). Y tras unas sesiones por diversas causas eramos convertidos a vampiros, cuyo clan dependía de estas características.
ResponderEliminarEsta última decisión estaba en manos del máster, y en algunos casos, a mi parecer, patinó un poco con la elección. Probablemente, si como comentas en la entrada, fuesen el resto de jugadores los que lo eligieran se tendría una mayor perspectiva. Pero aún así fue una experiencia curiosas.
Jimi Rockero y Pensador, algo parecido a los que comentas lo hicieron algunos conocidos con ese mismo juego, pero no recuerdo exactamente el modo en que lo llevaron a cabo.
EliminarYo también creo que es una experiencia curiosa ;)