Segunda temporada de Juego de Tronos y una divagación sobre el poder de lo visual.

Como todos ya sabréis, la segunda temporada de la fantástica serie Juego de Tronos (Game of Thrones) está ya en las pantallas. Yo ya he tenido la oportunidad de ver los primeros cuatro episodios, y todos aquellos que os hayáis enganchado a la serie, vais a continuar haciéndolo sin poder evitarlo.

Los personajes siguen creciendo a la par que los actores continúan en ascenso. Aparecen nuevos personajes y actores, los movimientos políticos en la corte comienzan a desencadenarse (con un Tyrion Lannister interpretado por Peter Dinklage fantástico). La guerra continúa su avance, mientras varios Reyes buscan el Trono de Hierro con enfrentamientos familiares incluidos. Nuevos credos (y poderes) comienzan a hacer su aparición, mientras el Invierno sigue acercándose. De forma resumida, no hay motivo para no disfrutar de esta segunda temporada.

Aquí os dejo un vídeo con los nuevos personajes que aparecerán en esta segunda temporada:

El otro día leía un comentario que venía a decir que esta serie supondrá un punto visual de apoyo para los lectores de Canción de Hielo y Fuego de forma parecida a lo sucedido con las ilustraciones de Alan Lee para El Señor de los Anillos o las películas de Peter Jackson. No tengo muy claro si esto es así completamente o si esto es en si mismo algo positivo o negativo (usando estos términos en su forma más amable).

Hace ya algunos años, posiblemente mientras divagábamos con una taza de café entre manos, un amigo y yo comentábamos como cada lector crea en su mente diferentes imágenes mentales, valga la redundancia, mientras va leyendo una novela, ya sean estas imágenes de personajes, de lugares, de paisajes, o de cualquier situación que deseemos añadir. (Esto también sería aplicable a las descripciones que realiza el Director de juego durante una partida de rol).

Quizás esto sea parte de la magia de la literatura, que cada uno se cree sus propias "imágenes mentales". Que "pongan en común" este imaginario a través del poder de lo visual, no me queda claro si será algo del todo positivo. Si bien sirve para encontrar puntos comunes, por otro lado se pierde algo. Por ejemplo, el casting de El Señor de los Anillos me gustó, pero con toda seguridad algunos personajes diferían de la imagen creada en nuestra mente (e incluso dependiendo de cada lector, eran muy diferentes). Claro, que aquí Peter Jackson tuvo el acierto de contar con Alan Lee y John Howe para que colaboraran en la película, cuyas imágenes vienen unidas a la Tierra Media desde hace muchos años.

Desde esa trilogía cinematográfica, los lectores de El Señor de los Anillos estarán influidos por las imágenes encontradas allí, al igual que aquellos que lean Canción de Hielo y Fuego después de ver la serie de la HBO. Creo que es definitivamente, y como he dicho más arriba, no se si esto es bueno o malo...aunque seguro que será algo diferente.

Después de esta divagación, y volviendo a la serie que nos ocupaba, no dejéis de verla, os gustará.
F&H