Según cuenta la leyenda, La lanza de del Destino (tambien conocida como lanza sagrada o lanza de Longinos) fue la que utilizó un soldado romano (llamado Longinos) para atravesar el cuerpo de Jesus en su crucifixión.
Esta lanza llegaría más tarde a los guerreros teutónicos que la convirtieron en su talismán. Según cuentan, se le atribuía poderes sobrenaturales, ya que cuenta la tradición que aquel que la poseyera no perdería ninguna batalla. Pero no es todo tan bonito como parecería en principio, ya que tambien existe una leyenda negra sobre ella, y es que aquel que la pierda morirá.
Existen en la actualidad cuatro lanzas censadas oficialmente: en el Vaticano, en Cracovia (la cuál sería una copia de la de Viena), en Paris y en Viena (museo palacio Hofburg). Esta última, La lanza de los Habsburgo es la que tiene una historia fascinante, ya que habría pasado por las manos de Constantino el grande, Carlomagno, Barbarroja y Hitler.
Fue llevada por Carlomagno en el siglo IX durante 47 campañas victoriosas, pero este murió cuando la dejo caer accidentalmente.
Federico Barbarroja, a los 67 años de edad, conquisto toda Italia obligando a exiliarse al papa, pero tambien tuvo un parecido final, ya que en 1190 dejo caer la lanza mientras que vadeaba el río Cidno y murió ahogado.
Esta lanza fue la que fascinó a Hitler desde joven ya que conocía estas historias y el supuesto poder que se le atribuye a la lanza.
Años más tarde, el deseo de poseer la lanza se hizo realidad ya que en el año 1938 Hitler entró en Viena anexionando Austria al III Reich (14 de Marzo). Poco después mandó trasladar el tesoro de los Habsburgo a Nuremberg (13 Octubre). La lanza de los Habsburgo fue expuesta en el museo de guerra que se instalo en Santa Catalina.
Y aquí es donde parece ser que vuelve a confirmarse la leyenda negra de la lanza, ya que años después, en Octubre de 1944, los aliados llegaron a Nuremberg y la bombardearon. Cuentan que Hitler mandó esconder los tesoros en una bóveda construida para protegerlos. Seis meses después, el séptimo ejercito americano rodeaba la ciudad. Después de 4 dias de intensísimos bombardeos por parte de la división Thunderbird, el 20 de Abril de 1945 la bandera americana fue izada victoriosamente.
Unos dias después, la Compañía C del Tercer regimiento del Gobierno Militar, al mando del teniente William Horn fué enviada a buscar los Tesoros de los Habsburgo. La entrada a la bóveda había sido descubierta gracias al impacto de algún proyectil. El teniente Horn entró en la cámara subterránea y allí estaba la fabulosa lanza de Longinos. La fecha de ese día es el 30 de abril de 1945, y es muy famosa, ya que esa misma tarde a unos cientos de kilómetros de distancia, en un bunker de Berlín, Adolf Hitler se quitaba la vida.
No deja de ser interesante (o inquietante) el iterés que han tenido los Gobiernos por asuntos esotéricos. Da mucho que pensar, pero, o los que nos gobiernan están un poco idos de la olla, o de verdad hay cosas que se escapan a la razón y los Estados las persiguen por su poder. No sé con qué quedarme.
ResponderEliminarPues si te quedas donde estás, disfrutarás más con este tipo de leyendas y cualquier tema relacionado con "intereses ocultos".
ResponderEliminarSobre el porqué de esta entrada, me pareció que quedaba bien hablar sobre el esoterismo de la segunda guerra mundial, ya que iba a hacer una reseña sobre el "Tannhauser" aunque a parte de esta historia hay muchísimas otras sobre temas ocultos en este periodo histórico.
(Para quien quiera ampliar la información sobre esta reseña, hay bastantes sitios en la red que hablan de forma más amplia sobre ella).
F&H