sábado, 6 de septiembre de 2014
Relatos de los Hobbits en un día adecuado
Llevaba un tiempo esperando a que se publicara en castellano Relatos de los Hobbits (Hobbits Tales en su versión original) y por fin la semana pasada se puso a la venta, aunque la casualidad quiso que, hasta el pasado día 2 de Septiembre, no cayera en mis manos. Y digo que casualidad porque esta es una fecha especial para aquellos amantes de fechas señaladas y de J.R.R. Tolkien, ya que un 2 de Septiembre de hace 41 años falleció el profesor.
Relatos de los Hobbits es un juego de cartas, porque se utilizan este tipo de elementos para jugar, pero principalmente es un juego para contar relatos que crearemos de forma improvisada con ayuda de las cartas que he mencionado. Un juego creado por Marco Maggi y Francesco Nepitello, autores de juegos como La Guerra del Anillo y el juego de rol de El Anillo Único (juego con el que está muy relacionado como veremos más adelante).
La caja contiene un reglamento, un pequeño tablero, 75 cartas de aventura, 40 cartas de peligro, 5 posavasos, fichas de cartón y un dado de Proeza de 12 caras como el del juego El Anillo Único (un dado d12 que en lugar del 11 y el 12 llevan dos símbolos especiales: el ojo de Sauron y la Runa de Gandalf).
El juego coloca a los jugadores en el papel de Hobbits (de 2 a 5 Hobbits, aunque creo que un mínimo de 3 da más vida al juego) que, mientras toman unas pintas en una taberna, se cuentan historias los unos a los otros (si preferís ser enanos o humanos, tampoco hay nada que os lo impida, claro).
Durante el juego los jugadores se turnan en el papel de Narrador. El Narrador utiliza las cartas de aventura para crear una historia (utilizando el título de la carta, la ilustración, el texto...como inspiración). Mientras tanto, el resto de jugadores tratan de obstaculizar la narración utilizando las cartas de peligro (y es en la resolución del uso de estas cuando se utiliza el dado). Para poder jugar este tipo de cartas hay que cumplir con unos requisitos previos (a través de un sistema sencillo de iconos).
Conforme el narrador va avanzando en su historia, va jugando sus cartas para tratar de completar el tablero. Al final de su turno, y dependiendo de lo bien o mal que le haya ido en su turno de narración, logrará fichas de aplauso que le otorgarán puntos de victoria al final de la partida. Estas fichas tienen un valor de entre 1 y 3, y se cogen de forma aleatoria (utilizando un cuenco o bolsita opaca, por ejemplo). Las fichas de aplauso también pueden obtenerse, por todos los jugadores, a través del uso de las cartas de peligro.
Cuando el narrador termina su historia (que puede ser completa o no), otro de los jugadores adopta el papel de narrador y el resto se dedicarán a obstaculizarle. La partida llegará al final cuando todos los jugadores hayan adoptado el papel de narrador una vez.
Lo curioso del juego es que, aunque lo realmente importante es pasar un buen rato contando historias, hay un sistema de puntos de victoria que otorga un ganador final. Este no tiene porqué ser el que mejor relato haya creado (ni tan siquiera el que más fichas de aplauso haya obtenido), pero hay una regla opcional que otorga fichas adicionales a la que sea elegida mejor narración entre aquellos que hayan obtenido más puntos (la eligen entre todos los jugadores, o incluso el público, en caso de que lo haya, y que esté escuchando los relatos).
Y os preguntaréis, ¿qué pasa con los posavasos?, ¿son para usarlos con las pintas? Pues podéis hacerlo si queréis, pero sería una pena estropearlos, ya que aparte de ser bonitos, son utilizados durante el juego: las fichas de aplauso pueden colocarse de dos formas. Si las situamos debajo de nuestro posavasos, lograremos un número de puntos de victoria igual a las 4 fichas de valor más alto. Pero si las situamos encima (boca abajo), eso indica que invitamos a rondas de cerveza al resto. El que tenga más puntos (contando como máximo 3 fichas en este caso), logrará una bonificación de 4 puntos de victoria adicionales.
Dejo para el final dos asuntos más. Como podéis ver, una de las principales características de este juego es el mimo con el que está presentado (las ilustraciones han sido realizadas por Jon Hodgson, Andy Hepworth, Jeremy Mchugh y Jan Pospísil): el diseño de los posavasos, la ilustración del pequeño tablero y, obviamente, las ilustraciones de las cartas. En realidad pensaba que iban a ser más coloristas, pero encontraremos ilustraciones en blanco y negro de forma bastante abundante. Además, algunas de ellas ya las habremos visto con anterioridad ya que proceden del juego de rol de El Anillo Único. Personalmente me hubieran gustado que fueran todas originales. Cabe destacar que el tamaño de las mismas es bastante mayor que el habitual en muchos otros juegos de cartas (como podéis ver en la última imagen).
La segunda curiosidad, y otra nueva señal de su clara relación con el juego de rol de El Anillo Único, es la inclusión de reglas opcionales para utilizar las cartas de este juego dentro del juego de rol ya mencionado, concretamente para utilizar las cartas de Aventura para resolver los episodios de Peligro durante los viajes (en lugar de la tabla que se utiliza en el juego).
Relatos de los Hobbits tiene muchas cosas favorables para recomendarlo si os gustan este tipo de juegos. Las reglas del juego son lo suficientemente abiertas (característica de otros juegos de este estilo) para que los narradores tengan la libertad necesaria para narrar historias. Es un juego que puede hacerse muy entretenido y que al añadir el toque de los puntos de victoria, hay un pequeño toque de competitividad aunque, por supuesto, este no es el objetivo central del juego. La calidad de las ilustraciones es buena en general. Las hay con mayor o menor simpleza y, obviamente, algunas me gustan más que otras, pero acompañan bien al juego y al universo que tratan de representar.
Si poseéis El Anillo Único y os interesa por las reglas adicionales que se incluyen para utilizar las cartas en el juego de rol, en realidad no son reglas demasiado relevantes, ya que vienen a sustituir una mecánica que ya funciona en el juego. La única nueva aportación consiste en que la carta que sea desvelada puede servirnos como inspiración para narrar una escena. Aún así, si sois coleccionistas del Anillo Único, este es un bonito complemento.
Como creo que ya habéis podido percibir, Relatos de los Hobbits es un juego que me ha gustado y que si lo que habéis leído hasta ahora os ha gustado, no lo penséis mucho y adquirirlo.
F&H
Nota: no he querido entrar en las reglas de juego a fondo, pero si queréis preguntar cualquier cosa en los comentarios estaré encantado de responderos.
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