martes, 21 de julio de 2009

El Alcázar de Segovia

Hacía mucho tiempo que no realizaba una entrada de este tipo, y hoy quiero mostraros el impresionante Alcázar de Segovia. Para muestra, una imagen:


- Algo de Historia:

El Alcázar de Segovia se encuentra situado de forma imponente sobre una roca labrada por los ríos Eresma y Clamores, localización privilegiada que nos muestra el origen militar de esta fortaleza durante siglos inexpugnable.

El testimonio más antiguo de la existencia del Alcázar de Segovia es un documento de principios del siglo XII, fechado en 1122, poco después de la reconquista de la ciudad por Alfonso VI, que menciona la fortaleza como un castro sobre el Eresma. En una carta algo posterior (1155) ya se le da el nombre de Alcázar. No obstante, es muy probable que la fortificación existiese en tiempos más remotos, quizás incluso desde época romana, pues en recientes excavaciones se han encontrado sillares de granito análogos a los del Acueducto.

Durante la Edad Media, debido tanto a la belleza de su situación como a su indiscutible seguridad militar, sin obviar su proximidad a famosos cazaderos en los bosques serranos, se convirtió en una de las residencias favoritas de los Reyes de Castilla.

A lo largo del tiempo, la primigenia fortaleza fué sufriendo modificaciones progresivas hasta lograr convertirse en residencia cortesana. La reforma se hizo cuando se iniciaba la transición del románico al gótico, con la sobriedad elegante del estilo del Císter. Sin duda pertenece a este tiempo la gran grujía del lado norte, compuesta por una gran estancia, flanqueada en los extremos por gabinetes, al estilo oriental, llamada "sala del Palacio Mayor". Al mismo impulso constructivo, que constituye el núcleo del Alcázar, corresponde la gran torre del poniente, llamada "Del Homenaje", con su estancia cubierta de cañón apuntado, que sirvió de sala de armas, y sus ventanales germinados. A pesar del tono cistercienseno podemos olvidar que lo morisco aparece en la decoración pictórica, con zócalos de lacerías pintadas de rojo sobre el fondo claro del estuco.

Alfonso X El Sabio demostró hacia Segovia una extrema predilección e hizo del Alcázar una de sus residencias favoritas, hasta los últimos años de su vida, en los que celebró Cortes en esta ciudad que le había permanecido fiel.

En el siglo XIV, Segovia fue testigo de combates entre bandos nobiliarios a los que no fue ajeno el Alcázar, obligando el nuevo empleo de la artillería a reforzar sus murallas y ampliar su sistema defensivo.

Los reyes de la dinastía de Trastámara aprovecharon la nueva crujía, construida paralelamente a la primitiva, para convertirla en un suntuoso conjunto de salones al estilo de los alcázares andaluces. La decoración gótico-mudéjar de estas salas se inicia con la reina Catalina de Lancaster, regente de su hijo Juan II. Durante el reinado de este último tuvieron lugar en el Alcázar las grandes fiestas cortesanas evocadas por Jorge Manrique en sus célebres "Coplas".

Enrique IV, tan amante de Segovia, continuó embelleciéndolo y en su reinado debió terminarse la gran torre que lleva el nombre de su padre. Fue el Alcázar fortaleza clave para el dominio de Castilla y de él salió Isabel la Católica para ser proclamada reina en la Plaza Mayor. También tuvo importancia este castillo en las luchas civiles de todas las épocas sucesivas, desde el reinado de Juana la Loca y la Guerra de las comunidades hasta la Guerra de Sucesión en el siglo XVIII y las guerras Carlista en el XIX.

Los reyes de la Casa de Austria lo visitaron frecuentemente y Felipe II celebró en él la boda de velaciones con su cuarta esposa, Ana de Austria. Este rey realizó importantes obras en el Alcázar, como el patio herreriano o cubrir las techumbres con agudos chapiteles de pizarra al estilo de los castillos centroeuropeos.

Más tarde comienza a utilizarse la fortaleza como prisión de Estado, donde estuvieron confinados importantes personajes. Así permaneció hasta que en 1762 Carlos III fundó en Segovia el Real Colegio de Artillería. Este centro permaneció aquí, con leves paréntesis hasta el 6 de mazo de 1862, día en el que un incendio destruyó las techumbres. Este suceso hizo necesaria su restauración.

- Una Leyenda:

Discurría el 22 de Julio del año de nuestro señor de 1366, cuando el Infante Don Pedro, hijo bastardo pero reconocido del rey Enrique II, se encontraba en una de las salas del Alcazar denominada del "Pabellón" o del "Solio". Estaba jugando mientras su joven ama le cuidaba, pero en un descuido de esta, el pequeño de 7 años de edad, se precipitó al asomarse al alfeizar de una ventana cayendo al vacío. El ama desesperada y sabiendo el castigo que la esperaba por su descuido decidió arrojarse inmediatamente por la misma ventana sufriendo el mismo desenlace que el Infante.

Existen diferentes versiones de esta Leyenda. Otra versión, en la que el infante sería todavía un niño de pecho, comenta que el ama se asomó a la ventana con el niño en brazos, y este se le deslizó cayendo al vacío.

Sea como fuere, en la Capilla de Santa Catalina de la Catedral podemos ver el túmulo funerario del pequeño Infante en el cual se lee la siguiente inscripción:

"Aquí yace el Infante Don Pedro, hijo del Señor Rey Don Enrique. Año de 1366"

F&H
Nota: No me direis que no recuerda a uno de los Exín castillos...

2 comentarios:

  1. Un lugar precioso y lleno sin duda de mucha historia.

    Saludos Cordiales

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  2. Interesante John, muchas veces nos distanciamos de temas cuando por medio hay las palabras "fortaleza militar" etc pero son de lo más intereseantes estos datos y es una revalorización de nuestros antepasados.

    Muchas más iniciativas se deberian hacer por el estilo, desde leer la Guerra de las Galias hasta ver la logística de estos sitios.

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